Colombian food truck para después de la rumba
- Paula Sepúlveda
- 9 feb 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 16 feb 2019
Desde gente que rompe sillas por cobrarles la comida hasta quienes no saben cómo agradecer por el manjar que ofrecen, es el tipo de clientes que se ven en Colombian Burgers
“Si me llama la guerrilla, me voy con la guerrilla… Yo quiero poner bombas e irme con la guerrilla” dice un hombre en un alto grado de embriaguez y probablemente bajo efectos de algún alucinógeno. Sandra, la dueña de “Colombian Burgers 100% Res Food” lo mira con recelo mientras agita la freidora que contiene las alitas de 5 chicos, quienes aguardan pacientemente en las típicas bancas rojas de comedero de calle. Sabe que ha de tener cuidado pero no aparenta preocupación, pues el señor tampoco parece tener mayor interés en el camión de comida del que salen tantos pedidos.
En la calle 148 con 19, por el lado de Cedritos y juntos a los rumbeaderos “La Maye”, “Salome Club” y “Ramona Club” está un food truck negro decorado con dibujos, estilo caricatura, de hamburguesas en tonos naranjas, rojos y amarillos, lo suficientemente llamativos como para atraer la atención de los hambrientos personajes que salen de los bares en la madrugada y encuentran la comida que ofrece tal lugar. Sandra Gómez maneja aquel camión desde hace ya 4 años pues fue idea de su esposo que, al estudiar cocina, decidió empezar aquel negoció a tales horas de la noche y cerca de los lugares donde la gente sale a tomar y bailar. Es así que comenzó con un tráiler en la Calle 161 con 14b y luego compró otro más que ubicó en la calle 156 con 8va, perteneciendo los tres camiones a la pareja.
“Acá viene de todo” y no es para menos, pues aquella zona tiene únicamente una cuadra donde los bares están ubicados y la actividad nocturna de sus alrededores es completamente nula, por lo que los viernes suele predominar la rumba de oficina y los sábado de estrato medio-bajo juntando a quienes viven en los alrededores y no quieren alejarse demasiado de sus viviendas, creando así diferentes tipos de cliente para Colombian Burgers. “Viene gente muy decente, viene gente que mejor dicho, no haya donde ponerlo a uno. Le dicen "lo felicito, mire que vea que esto, que gracias…”. Como otra gente son groseros, no quieren pagar la cuenta. Es como todo relativo”.
A Sandra incluso han llegado a pegarle un cliente, pues estos en ocasiones se enojan al momento de cobrarles. “Una hace poquito, como hace dos meses, me pego y me abrió aquí (señala arriba de su ceja derecha) por cobrarle… ¡Una vieja!” dice entre la risa y el horror porque una mujer haya sido la causante de tal agresión. “Yo me baje y estaba toda borracha (la clienta) y me dijo "pues espérese" y yo le dije "sí, sí señora. Le recomiendo…" y se fue tirándome. Traía unas candongas de esas grandes y con el cierre de la candonga me abrió” Fue así que tuvieron que llamar a la policía, como suelen hacerlo en tales circunstancias, y a Sandra le cosieron 5 puntos internos y 15 externos. “El peor caso de clientes son los que le llegan a pegar a uno” Resuelve entre risas mientras a su lado el otro encargado de atender el camión con ella, le murmura "El rompe sillas" en respuesta al peor tipo de cliente por el que han pasado.
El ambiente que rodea aquel puesto es acogedor a pesar de encontrarse al aire libre y junto aquella línea de discotecas con ambientes de salsa, reggaetón y vallenato. No obstante, Colombian Burgers se encuentra lo suficientemente alejado para que el ruido ensordecedor y el aire caliente y pegajoso que emanan dichos lugares no arruinen la experiencia de una jugosa comida. Aun así, está lo suficientemente cerca para ser el primer lugar de comida visible y abrir aún más el apetito con los olores de la carne asándose y el sonido de la misma al estar cada vez más cerca.
Luego de que hombre de la guerrilla da media vuelta y se dirige al norte, Sandra prepara dos hamburguesa Combo con una carne lo suficientemente gruesa y rica en grasa para bajar la borrachera. La hamburguesa, tiene a su vez lechuga, tomate, tocino y papas fosforito, además de una buena cantidad de salsa que en compañía de papás francesas y el vaso de gaseosa, vale apenas $14.000. Esta es solo una de los 10 tipos de hamburguesa que ofrecen. Mas, si no es lo que buscas, cuentan con perros calientes, alitas, choriperros, salchipapas e incluso mazorcadas donde el precio promedio es entre 15.000 y 25.000 pesos, los cuales están dispuestos a pagar todos los que salen de la fiesta y son tentados por los olores y colores del camión.
Se sabe que a las tres de la mañana y en mitad de la borrachera cualquier comida es milagrosa y se acepta casi que cualquier cosa. Sin embargo, Colombian Burgers 100% Res Food no es el tipo de comida que solo probarías bajo cierto nivel de inconciencia sino que su delicioso sabor pega en tus papilas gustativas desde el primer mordisco que das. La mezcla de todos los ingredientes te hacen devorar la comida tan rápido como el masticar de tus dientes lo permita incluso sin haber pasado por la fiesta anteriormente sino en un momento de locura haber decidido salir a buscar hamburguesa a las 3 de la mañana pues su horario entre semana va de 12 a 4 y los fines de semana se extiende hasta que el sol sale a las 6 de la mañana. Es así que tanto si has consumido alcohol previamente como si no, la comida del lugar te hará desear probarla más de una vez.

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