Apuntad a lo alto: La magia del escultismo
- Paula Sepúlveda
- 9 feb 2019
- 14 Min. de lectura
Actualizado: 16 feb 2019
“¿Veis aquella estrella en lo alto del firmamento? Encaminad vuestros pasos hacia ella. Tomad la estrella como vuestra guía. En otras palabras, ‘apuntad alto’”- Roverismo hacia el éxito, Baden Powell
“Yo personalmente llegue al escultismo como la mayoría de las personas, gracias a un amigo que entró al escultismo. El escultismo se mueve casi que por redes, así que por distintas razones una persona entra y trae a alguien más y esa persona trae a alguien más y al final uno termina formando una gran comunidad de personas de todas las clases de ambientes, contextos, nacionalidades, razas, lugares socioeconómicos pues, es supremamente interesante esto” Afirma Nicolás Hernández con 19 años de edad y una carrera de filosofía por delante, el cual tiene una trayectoria de ya más de 7 años dentro del movimiento y ha pasado por dos grupos scouts que lo han acogido como una familia donde cada quien tiene su rol. Es así que ha tenido múltiples experiencias que lo han formado como el ciudadano que es actualmente.
Un sábado cualquiera es posible escuchar en un parque ubicado en la calle 138 con carrera 17, el grito de los jóvenes scouts que conforman el grupo 18 chibcha de Bogotá y se identifican con su pañoleta blanca, negra y roja, la cual posee un significado que los caracteriza, además de su distintivo de usar elementos de la tradición chibcha. Estos jóvenes están listos y ansiosos de empezar actividad a las 2:30 de la tarde iniciando con su presentación y la izada de las banderas del grupo –el 18, la manada, la tropa, la comunidad y el clan-, y de Colombia. De fondo mientras todos los demás van dando sus respectivos gritos para el encuentro, en el Clan un integrante sin prisa grita “Vagabundos” y los demás le responde “por el mundo” entendiendo que con aquel llamado es hora de reunirse, de convocar aquella familia que mantiene una mística particular dentro del grupo.
La manada con sus lobatos – como se llaman sus integrantes- empieza a posicionarse entonces alrededor de Baloo o Akela, jefes de aquella rama tan inquieta comprendida entre los 7 a los 12 años. Aunque no es que deba hacerse así siempre, ellos dos representan unos pilares en aquella rama donde quizás quienes representan dichas figuras cambien, pero su significado y el símbolo que son nunca lo hará.
La tropa le sigue con sus chicos competitivos y deseosos de aventura que experimentan los cambios desde los 13 a los 15 años. “Lo importante de este momento es que son niños que tienen bastante energía, que son bastante activos, pero que también tienen una tendencia muy fácil a desviarse entonces por eso muchas veces en la tropa se tiene una tendencia a coactar la libertad y a crear cierta formación. Por eso es que también mucho del escultismo tiene del ejército” Comenta Nicolás acerca de la tropa quienes, en la formación, rodean a los pequeños en un rectángulo abierto en el lado de las banderas, donde sus integrantes que forman patrullas se organizan alfabéticamente las cuales, en el caso del 18, empieza por águilas a quienes les siguen ardillas y avestruces que, al lado derecho, limitan con jaguares y jirafas, cerrando así por ultimo con tiburones.
No todos los grupos tienen las mismas patrullas, ni siquiera con las mismas reglas e incluso dentro del mismo grupo estas no tienen la misma historia ni antigüedad pues su fuerza es la de sus integrantes y cuando esta empieza a decaer la patrulla comienza a extinguirse. Incluso hay patrullas mixtas en otros lugares pero al menos, en el 18 chibcha, siguen siendo de un mismo sexo cada patrulla dejando a ardillas, avestruces y jirafas con las integrantes femeninas y el resto con los integrantes masculinos.
La comunidad en un estado de quietud, entonces, forma una línea tras los últimos mencionados y con sus chicos que llegan hasta los 17 o 18 recién cumplidos y empiezan a los 15, se disponen a presentar incluso sin jefe si este no se encuentra en el momento, aunque no es lo más común pues estos muchachos entran a una etapa en la que se les pide tomar decisiones. Y a pesar de que la autonomía crece aún cuentan con un apoyo constante por parte de la jefatura para encaminar dichos pasos.
Por último, formando una media luna a modo de protección del resto del grupo, el Clan Isucas Uacasa, que significa renacer, grita fuertemente “aloasa fisuca isone clan isucuni nasiscua” que significa “al renacer vivimos y al vivir crecemos” en la lengua muisca -que es la raíz de todos los gritos del grupo- e impregna el aire de una mística característica del 18 que el clan con voz potente no hace más que engrandecer cautivando a todo aquel que lo escuche. Pues con su voz al unísono, imponente y ensordecedora, hace presencia y dispone a todos a su alrededor haciéndoles saber que ha llegado esa pequeña gran tribu existente dentro del grupo.
Ellos ostentan en su bandera el rojo que, aunque el significado para clan es global, se empata perfectamente con lo que simboliza para el 18 este color. “El color rojo significa sacrificio y este sacrificio es importante para ustedes porque les da una misión por la vida” cuenta uno de los jefes de Clan acerca delcolor dentro de aquella rama, sin embargo, para el 18 en su pañoleta esto es la pasión por las cosas que se hacen y en el caso de los Rovers es la pasión que se necesita para ese sacrificio que representa servir a los demás, servir a la sociedad.

“El escultismo es un movimiento cuyo propósito es entrenar a los muchachos para servir al mundo, para ser útiles para la sociedad” Me cuenta Santiago Vesga que lleva más de 6 años en el 18 y al menos 2 siendo rover – integrante de la rama de clan- “yo antes era como súper tímido, ¿sí? Y cuando llegue a los scouts aprendí a trabajar en equipo, aprendí a que no me podía quedar como recluido sino que tenía que salir al mundo” prosigue el contándome más acerca del movimiento y del impacto que ha tenido en su vida, que no es para menos pues alrededor del mundo más de 50 millones de jóvenes activos hacen parte de este modo de vida y entre todos han realizado más de 1 billón de horas de servicio, que pretenden hacer de este un mundo mejor bajo el pensamiento que dejó su fundador Baden Robert Powell. Santiago ha tenido un amplio proceso en el escultismo que le ha permitido reflexionar acerca de lo que significa “pertenecer” al Clan rama en donde ahora se encuentra, y que ha conseguido ser parte por medio de la ofrenda y el entendimiento de que ninguno ahí es mayor o menor a otro sino todos iguales.
Pero Baden Powell cuando creo el movimiento no pensó exactamente en jóvenes mayores de 18 que quisieran seguirlo luego de que aquel primer excitante campamento realizado del 1 al 9 de agosto de 1907, que paso a la historia como el campamento “Brownsea”. Ni siquiera pensó en niños más pequeños a quienes comenzar a educar y formar bajo la premisa de entregar ciudadanos de calidad al terminar el ciclo, y así hacer de este un mundo mejor. No, el solo visualizó en ese momento aquel que sería más adelante el segundo peldaño que recorrer dentro del movimiento y que así mismo era un reflejo de la vida. Inclinado y suponiendo el esfuerzo y los retos que forman carácter, B. P. se llevó a 25 muchachos de entre 12- 17 años y los organizo en cuatro patrullas que nombró “cuervos”, “lobos”, “toros” y “chorlitos”.
“A veces se puede caer en que claramente el escultismo nace de una táctica militar porque Baden Powell empezó escribiendo un manual de supervivencia para gente del ejército y se dio cuenta que eran muchachos los que lo estaban comprando. Y ahí decidió quitar ciertas cosas, editarlo un poco, y de ahí es donde viene el escultismo para muchachos. Y el escultismo para muchachos es bien interesante en tanto que piensa ya no solo actividades militares sino actividades de personas. Es un libro que busca promover un estilo de vida y un estilo de pensamiento” Resalta Nicolás respecto a los inicios del escultismo

Con el éxito que supuso aquel campamento el movimiento empieza a adquirir forma y consolidarse en pro de enseñar una filosofía de vida que está ligada con los valores que promesa. “Los valores del escultismo” comienza Juan Daniel de 25 años que lleva en el movimiento ya 12 años (empezando desde tropa y ya culminando en Clan), mientras juega con un esfero que encontró en la mesa haciendo una pausa para pensar cómo responder “Basados en la premisa de, ‘el escultismo entrega buenos ciudadanos a la sociedad’, todos los valores van alrededor de eso, de tú cómo te puedes llegar a desarrollar dentro de una sociedad. Cómo tú como scout vas a marcar una diferencia en la sociedad. Eso también está en la ley scout que son diez puntos y que también está basado en los diez mandamientos de la religión católica. Lo que pasa es que están adaptados para salirse de la religión e involucrarse más en uno como debe actuar como persona en el mundo”.
Es así que van adquiriendo forma puntos de la ley tales como “El scout cifra su honor en ser digno de confianza” pues para la época la caballerosidad y el honor eran fundamentales, y así prosigue con más valores como la lealtad, la cortesía e incluso la buena actitud ante las adversidades. Todos estos valores que en un principio son pensados para los jóvenes troperos, a quienes se les educa para ser disciplinados y tomar conciencia de sus actos, se ven incluidos más adelante en la manada con su creación resaltando aquellos de la humildad, la bondad y la amistad.
“A ti en el escultismo te enseñan cosas que en ningún otro lado te pueden enseñar” y Daniel hace un énfasis con sus manos como si fuese un objeto pesado de suma importancia lo que acaba de decir, “cuando sales de ese espacio de tu casa al mundo exterior te das cuenta que no todo es como tus papás te lo dijeron, entonces el compartir y el poder crecer dentro del escultismo como que te da muchos puntos de vista diferente, y aprendes a tolerar a las personas, a respetar a las personas. Aprendes a, incluso, sorprender a las personas con lo que tú puedas enseñarles”. Este aprendizaje no solo se quede en aquellos primeros escalones sino que se refuerza y cambia de perspectiva al momento de pasar a la comunidad, y entrar en una etapa de conflictos internos y externos más frecuentes, y por último al Clan donde se inicia en la vida adulta que requiere el manejo propio, pero sin olvidar que hay quien te extienda la mano por si caes.
Es en estas etapas que el segundo color de la pañoleta del 18 se ve reflejado. El negro. El negro significa el trabajo duro que es necesario para conseguir los objetivos que se proponen pues tal como dice el séptimo punto de la ley, “El scout es trabajador y no deja nada a medias” y esto no solo se queda como una regla más, sino que se extiende a todos los ámbitos de la vida pues aquello que se aprende dentro del movimiento no es más que una herramienta para desenvolverte en el día a día, para ser la persona a la que aspiras llegar a ser.
“Desde muy chiquita yo veía al Clan y veía en ellos esa capacidad para ayudarme” Dice Laura Vergara recordando su infancia en el grupo pues sus 8 años de trayectoria le han permitido disfrutar de cada rama y en ella encontrar nuevos retos y perspectivas que afirma la han formado como es ella hoy en día. Siguiendo el grito de “vagabundos. Por el mundo”, sin embargo, lleva apenas tres meses y es de las integrantes más recientes, pero aun así muestra entusiasmo cada vez que asiste a reunión proponiendo soluciones a problemas y estando dispuesta a servir en todo momento, que es justamente el lema de cada Rover en el mundo. Este siempre tiene que estar dispuesto a servir a la sociedad como ciudadano, que ya es al sobrepasar la mayoría de edad, y se le entrega por parte de la asociación Nacional de Scouts un certificado que lo acredita como “ciudadano scout” y que lo compromete con la sociedad a seguir el ejemplo de Baden Powell y “dejar las cosas mejor a como se encontraron”.
A pesar de ser de las primíparas del Clan, ella ya ha logrado dar el primer paso importante dentro de aquella familia haciendo su propia “cena Rover”. Demostrando que hace parte de aquel pequeño grupo que la rodea en torno a la mesa y la apoya, Laura consigue tener el título oficial de ser una Rover y más específicamente una del Clan que ha renacido entre las cenizas en el 18 chibcha, con apenas 16 años de antigüedad en un grupo scout de 42.
“Nosotros Tenemos la cena como punto inicial para entrar al clan y es básicamente que el cocinarle a los demás es una muestra de afecto, de respeto y de cariño. Tu no le cocinas a cualquier persona, o sea tu normalmente le cocinas a las personas relativamente cercanas. Entonces en el momento en que tú le quieres cocinar a este Clan estas diciendo que quieres ser parte de él y que vas a ser más o menos, yo lo tomo así, una pequeña ofrenda para obtener su aceptación y que ellos sepan oficialmente que eres parte de él” Explica Juan Daniel sin entrar en mayor detalle acerca de las características internas de la cena pues está es tan mística y especial que solo quienes hacen parte del Clan pueden conocerla.
“Siento que el Clan es una rama muy diferente porque yo personalmente los siento más como hermanos. Como que todos nos preocupamos por todos. Todos estamos pendientes en que andan los demás, que necesitan, en que podemos ayudar. Cómo podemos fortalecernos como Clan, y más que nada como individuos. Como podemos aportar en la vida como Rovers, ¿sabes?” Prosigue Laura en un tono emotivo dejando ver todo un sentimiento de cariño por quienes integran su Clan detrás de cada palabra. Y lo que dice tiene mucho que ver con el manejo del grupo 18 chibcha y la importancia de su mística en cada una de sus ramas. Nada más para pasar de una rama a otra has de ser invitado primero a participar con ellos y esta invitación es representada de diferentes formas dependiendo de cada una de las ramas. De manada a tropa hay una enseñanza que nace del momento en que la tribu de hombres le muestra cómo crear fuego a Mowgli -protagonista de “El libro de las tierras vírgenes” mejor conocido como “El libro de la selva”-, debido a que aquella etapa del escultismo se basa en dicho libro.
De tropa a comunidad empiezan a cambiar las cosas y recibes un pergamino que, a modo de carta, te invita a empezar a trazar tu propio camino y recorrerlo con quienes te acompañan dirigiéndose todos a un mismo lugar en el que sueñan estar desde pequeños, pues ellos, los hermanos mayores, con sus voces fuertes, su carácter, su llamado que invita a unirse y sus proyectos, atraen las miradas de todos los del grupo cada vez que hacen presencia en el parque. Es con la misma fuerza con que se impone su presencia la que se da al momento de invitar a un caminante a unirse a esa familia que cambia de generación en generación. Se entrega una llave que simboliza la primera decisión que ha de tomarse en aquella ruta llamada vida que solo el individuo al que le pertenece puede guiar (aunque aun así cuenta con el apoyo del resto).
“La gente a veces se aterra cuando uno dice que pertenece a un Clan” Comenta Juan Daniel riéndose levemente “dicen cómo, ¿Qué clase de secta satánica es esa?” Hace una pausa y cambia su mirada y su tono a uno más serio “Pero el Clan, digo yo, a la larga termina siendo tu familia. Muchas veces tu compartes con los scouts cosas más íntimas y significativas en tu vida de lo que puedes llegar a compartir con cualquier otra persona en el mundo. Más que con tus mejores amigos, más que con tu familia. Y eso yo creo que crea lazos muy fuertes”, y cierra dándome una mirada profunda como si solo un scout llegase a comprender por completo aquello que acaba de decir, como si solo un scout llegase a saber que es vagar por el mundo solo y a la vez acompañado por otros.
“Es bien interesada como está formada esta rama porque está pensada en formar adultos que sean íntegros y que sean ante todo ciudadanos, buenos ciudadanos” Afirma Nicolás redondeando el propósito de la rama, haciendo énfasis con su tono de voz en la importancia de ser un buen ciudadanos como si diese por obvio que todos deberíamos serlo. “El objetivo, como dice el lema, es servir. Es servir al mundo, es ser útil para el mundo. Poder entregar algo, poder entregar algo con las herramientas que uno ha aprendido a través de su vida scout” decide destacar Santiago dando una mirada a su pasado y lo que ha aprendido como scout a lo largo de su vida. Desde hacer nudos, amarres y competencias con un tinte más militar, hasta decidir estudiar literatura con la ayuda de la que fue su comunidad y emprender sus propios proyectos como publicar cuentos, incentivado por su clan renaciente.
Y en todas estas formas está el servicio, porque para servir existen incontables formas de hacerlo ¿y qué más puro que eso? Es la pureza que descansa el color blanco presente en el 18 chibcha, la pureza de buscar un mundo mejor y hacerlo por el camino correcto porque el fin no justifica los medios y un scout es “limpio de pensamiento palabra y acción” como indica el punto 10 de la ley. Lo anterior, hace referencia al proceso de toma de conciencia de las consecuencias que trae cada acción y como estas pueden afectar a los demás tanto positiva como negativamente para así hacer lo correcto.

La misma oración de aquella última rama es un reflejo de lo que se necesita, y se encomienda a Dios, para poder servir a los demás, ser útil en la sociedad. Y reza así:
Dame señor un corazón vigilante
Que ningún pensamiento vano lo aleje de ti
Un corazón noble
Que ningún afecto indigno rebaje
Un corazón recto
Que ninguna maldad desvíe
Un corazón fuerte
Que ninguna pasión esclavice
Y un corazón generoso
Para servir
San Pablo
Rogad por los Rovers
La recita Juan Daniel y agrega, “Hasta decir todo lo que yo soy lo estoy dando para poder llegar a servir a los demás”. El jefe de Clan, Fernando, con ya 24 años en el escultismo y experiencia de jefatura por todas las ramas, añade “la oración es algo importante en este momento porque le demuestra al Rover que siempre debe tener su corazón abierto a diferentes circunstancias, que siempre tiene que estar pendiente de no únicamente él sino de todos los que le rodean y más importante que es creer en un ser superior”.
Además esta oración, a diferencia de las otras ramas, no la realiza un solo integrante que pasa al frente sino que todos los Rovers se juntan y estirando su dedo meñique y pulgar de la mano izquierda lo juntan formando un círculo y la recitan. “eso lo que simboliza es que todos somos hermanos, todos estamos unidos de una u otra forma. ¿Por qué el clan no pasa a hacer la oración como las demás ramas? Porque somos un clan, el clan permanece unido. Dentro de todo lo individual que somos. Somos probablemente la unidad más unida de todas las que hay. Clan solo hay uno entonces hacemos todo juntos. Dormimos juntos en una misma carpa*, comemos juntos, oramos juntos, todo juntos”.
Sin embargo, para ser un Rover y lograrlo es necesario caminar y recorrer el mundo pero con una meta en mente y siempre apoyados por sus hermanos Rovers, mientras cada uno sigue dirigiendo su propia vida. Es por eso que para reunirse no más hace falta que alguno de los integrantes grite “Vagabundos” para que estos respondan “por el mundo” y vayan a su encuentro. Incluso este término de quien recorre el mundo sin descanso es utilizado en más de una ocasión, como cuando se quiere mostrar hermandad o cercanía, y en un círculo, abrazados con los brazos sobre los hombros de los otros y meciéndose suavemente para luego aumentar la velocidad, se canta fuerte con la pasión, la alegría y la emoción a flor de piel como si de no hacerlo así se te fuera a salir el corazón por la intensidad de cada palabra:
Vagabundo, por el mundo
Corazón que siempre honra sus penas
Vagabundos por el mundo
Siempre buscando a Dios
¡Duro!
Duro será él camino
Duro será el camino hacia Dios
Rover, Scout hermano
No te vayas sin haberme dicho Adiós
¡Adiós pues!
Curiosamente tanto en este canto, como en su oración principal, la invocación de Dios no hace referencia únicamente al Dios cristiano sino que es un llamado a creer en algo superior llámese como se llame incluso si esto es la misma naturaleza. Y este canto invita buscar el camino propio, a hacerlo realidad, y a no olvidar que en la soledad de cada uno siempre se tendrá en quien apoyarse si así lo necesitas, solo hace falta pedirlo.

*La carpa de clan del 18 esta compuesta de un ala este y un ala oeste conectadas por un espacio común en la mitad por lo que podría decirse son dos carpas en una.
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